Entender nuestros actuales usuarios -y los potenciales que pretendemos tener- es básico para una buena planificación de un proyecto web. Ir más alla, conocer cómo se comporta la mente de una persona ante el diseño y funcionamiento del sitio web es importante para el éxito de ese proyecto. La psicología cognitiva hace precisamente eso: estudia los diversos procesos cognitivos como la resolución de problemas, el razonamiento, la percepción y toma de desiciones, entre otras cosas. Su aplicación al mundo digital data de los inicios del desarrollo informático moderno (1970 hacia adelante), donde se aplicaba en el PARC de Xerox en tratar de entender el impacto de las personas el uso de una interfaz nueva, como lo era en la época el desarrollo de la primera GUI (Interfaz Gráfica de Usuario).

OK, es importante, pero: ¿Porqué es tan importante?- se preguntarán. Porque nuestro oficio está estrechamente relacionado con la interacción humano-computador (HCI), y de esa interacción surgen varios dilemas con los cuales no estamos acostumbrados por naturaleza. Piensen que estamos interactuando con una máquina, y esa máquina responde a nuestros estímulos (mover un mouse por ejemplo gatilla que el cursor se mueve por la pantalla). Pero esa máquina nos entrega una respuesta ‘inteligente’ a nuestro estímulo, lo que puede interpretarse como una reacción natural, pero no lo es ya que fue programada por alguien similar a nosotros para ello. Esa reacción fue adquirida por nosotros a través del tiempo, y la actual generación joven tiene a Internet y a estas interfaces ya propias, y no conocen otro mundo sin ellas.

Diagrama de Interacción Humano-Computador

Actualmente la psicología cognitiva es utilizada para entender y predecir el comportamiento de los usuarios ante un rediseño o una innovación. En un sitio web donde su rediseño puede afectar a miles de usuarios, esta rama de la psicología es fundamental. Aunque las desiciones y conclusiones que se tomen de aquí no son absolutas -nunca lo son cuando se estudia al ser humano; somo seres impredecibles- sí es posible amortiguar errores y que éste no sea catastrófico o hacer perder millones en inversión. Recuerdo el caso de Yahoo! cuando rediseñó su actual web, algo que aún le repercute y del cual Google está muy agradecido, y el más reciente rediseño de Facebook queriendo acercarse más al modelo de Twitter, causando un rechazo importante de sus usuarios expresado en su misma plataforma.

Pero no basta con saber cómo piensa el usuario que se enfrenta a una interfaz; también debes conocer a fondo las herramientas disponibles para sacar el máximo provecho a la información y a la interacción del usuario con ella. No es lo mismo una galería de fotos normal que una que utiliza alguna caja modal para mostrar la imagen en mayor calidad, pero ¿realmente la necesitas? ¿y la accesibilidad? ¿qué sucede si el usuario tiene javascript deshabilitado? Estas son preguntas mínimas que deberías hacerte si quieres poner al usuario frente a tu cliente.

… continuará